No sé si estarás leyendo esto o no, pero por si lo estás haciendo, quiero que sepas un par de cosas que me parecen importantes.
Principalmente, me gustaría saber por qué te marchaste de ese modo, sin ni siquiera despedirte de mí.
Recuerdo aquellas cosas tan bonitas que decías, promesas incumplidas que un día me creí.
Puede que con el paso del tiempo me arrepienta de haberte conocido, pero en estos momentos no lo hago en absoluto, no sé si tu pensarás igual.
Y solo te diré una cosa más:
Un día perdido, es un día perdido para siempre. ¿Y sabes qué? Me alegro de haber perdido todos aquellos días junto a tí.
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